Análisis de la competencia actual de Taekwondo 2017
Para poder garantizar un resultado deportivo, actualmente no solo se requiere disponer de taekwondoines talentosos, sino además, disponer de una infraestructura que permita el óptimo aprovechamiento del potencial de los atletas. De igual forma la integración de un equipo multidisciplinario es imperante para el control y seguimiento de los avances del equipo y de cada competidor.
Una de las premisas para iniciar la preparación de los deportistas es la realización de pruebas de laboratorio para el diagnóstico de la preparación. Estas pruebas permiten tener mayor objetividad y certidumbre en el planteamiento de objetivos y dosificación de cargas de entrenamiento.
Hoy en día los deportistas deben entrenar lo que está planificado y no lo que se le ocurra al entrenador. Para ello el seguimiento a través de fichas de la preparación resulta indispensable para valorar e incluso pronosticar un rendimiento competitivo. Este instrumento debe contener los datos generales del deportista, así como el seguimiento calendarizado de los indicadores de rendimiento que van desde la frecuencia cardiaca, porcentajes de grasa y masa muscular, peso corporal, niveles de fuerza máxima alcanzados, consumo máximo de oxigeno hasta los valores de lactato, urea y creatinina.
Estos indicadores permiten asignar la carga para cada deportista y aplicar el principio de la individualización de la carga de entrenamiento. En este mismo instrumento se van plasmando los resultados competitivos obtenidos en los diferentes eventos y las observaciones que el entrenador y/o metodólogo van plasmando. De esta forma se concentran los objetivos de la preparación técnicos y tácticos para cada competidor.
Estas acciones, por supuesto deben estar señaladas en el plan de entrenamiento, mismo que como ya hemos señalado en otras publicaciones, la preparación de la selección nacional de taekwondo se basa en el Modelo Bifásico de Planificación, ya que constituye una herramienta eficaz para guiar la preparación de los deportistas y que además con resultados demostrados en todas la categorías desde cadetes hasta la selección olímpica.
Un aspecto relevante en la preparación de los atletas es que, independientemente del modelo que se utilice para la planificación, se debe tener muy claro que la aplicación de las cargas de entrenamiento van a responder a tres tipos de adaptaciones en el organismo del atleta:
- Desde el punto de vista orgánico-muscular o de la condición física
- En las condiciones técnico tácticas
- Y de manera psicológica
Si tenemos presente estas consideraciones, debemos también estar conscientes de que todos los contenidos (ejercicios) que dosifiquemos en los entrenamientos, van a generar adaptaciones en el organismo. De tal suerte que es posible que tengamos a excelentes competidores que manejen bien la distancia y potencia impactando a un domy o una paleta de pateo; pero no así a un contrario. De igual forma podemos generar adaptaciones importantes con contenidos aeróbicos o de fuerza máxima, pero que si no son transferidos a los elementos técnico tácticos, no tendremos las condiciones necesarias que requiere la exigencia competitiva.
Precisamente para generar las mejores adaptaciones en la formación de los competidores se deben establecer los contenidos competitivos a partir de la caracterización de la actividad competitiva. A continuación presentamos una tabla con las estadísticas de la actividad competitiva de los Juegos Olímpicos de Río 2016, en dicha tabla se presentan ambas ramas y las divisiones correspondientes, en donde se aprecia las formas en que se ganaron los combates, la cantidad de patadas efectivas tanto a la ofensiva como defensiva con la correspondiente puntuación, golpes, y sanciones.
En el análisis de la misma se podrá evidenciar que cada división de peso responde a una exigencia diferente, luego entonces, la preparación de los atletas debe ser individualizada y con las particularidades de cada división de peso.
Existen otros aspectos de la preparación que serán similares para ambas ramas y divisiones de peso, un ejemplo de ello son el número de acciones, las cuales en promedio van incrementándose de manera progresiva en cada round o asalto. Es decir. En el primero de ellos la exigencia no es mayor que en el segundo asalto, y de la misma forma el tercer asalto es en donde existe una mayor cantidad de pateo, de puntos y de acciones. Esta condición aplica en todas las divisiones de peso y en ambas ramas.
Otro aspecto que aplica en ambas ramas y en todas las divisiones es el tipo de pateo. Hasta hoy en un hecho irrefutable que en un combate de taekwondo las acciones ofensivas tienen un 68% de predominio por encima del 25% de acciones defensivas y del 7% de técnicas de puño. La mayoría de los competidores ganadores son precisamente ofensivos en su forma de actuar.
A manera de conclusión, si queremos provocar las mejores adaptaciones en el proceso de entrenamiento para la preparación de nuestros deportistas en futuras competencias, debemos analizar, precisamente, la caracterización de la actividad competitiva. Solo así podremos ir modelando cada acción y generar condiciones especificas para garantizar un resultado competitivo.
Exclusivo para www.sobretaekwondo.com
contacto@sobretaekwondo.com