La enseñanza del taekwondista con un enfoque táctico
El artículo que presentamos, intenta llamar la atención acerca de la importancia que tiene el proceso de enseñanza-aprendizaje del Taekwondo con un fundamento táctico.
Todos conocemos que la actividad competitiva fundamental del Taekwondo es el combate, por lo que las demás modalidades, de una forma u otra, deben tributar al máximo espectáculo. Un ejemplo de ello, es la enseñanza con un enfoque táctico con la utilización de ejercicios que movilicen los procesos cognoscitivos y volitivos del taekwondista, durante el proceso de aprendizaje.
Si bien la preparación técnica, debido a su carácter reproductivo, no contribuye significativamente al desarrollo técnico-táctico para el combate de Taekwondo, sería provechoso que las particularidades de su proceso de enseñanza-aprendizaje, fueran las encargadas de hacer su aporte al desarrollo del pensamiento táctico inicial. Lo anterior puede ser perfectamente aplicado con la combinación de los métodos activos, productivos y problémicos, sin desechar, como es lógico, los de tipos reproductivos que son muy necesarios para el perfeccionamiento estructural de los movimientos deportivos.
La concepción es, ampliar la gama de conocimientos y habilidades del practicante principiante, sobre el aspecto táctico que contempla cada contenido técnico, sin tener que esperar a que se obtenga un dominio completo del mismo. La intención es que cuando el taekwondista esté aprendiendo la estructura de una técnica, esté asimilando también su función táctica, propiciando así, una preparación integral desde el inicio del entrenamiento deportivo.
Para fundamentar esta concepción les proponemos las siguientes reflexiones, asumiendo los estudios de Mahlo (3, 160) sobre la táctica, que plantea “el alumno no puede aprender a pensar si no se le exige continuamente actividades mentales”.
A partir de las investigaciones de este autor (3, 34), analizamos un grupo de categorías que permiten determinar los errores tácticos, durante la aplicación de juegos con pelotas con grupos infantiles hasta 12 años en función del propio desarrollo de la acción táctica, en los cuales estuvieran presentes la percepción-pensamiento-motricidad, tales como:
1) Amplitud de la vista
Características de los errores: no percepción de elementos de la situación general que tienen importancia para la solución del problema táctico.
Precisamente, uno de los problemas de los taekwondistas principiantes es la autolimitación de la amplitud de la vista, que está dada por el hecho de que, generalmente, en la realización de los trabajos técnico-tácticos en parejas, reducen su mirada a las extremidades de su compañero, lo que dificulta percibir los movimientos que anteceden a la acción fundamental, perdiéndose informaciones de carácter general que le pueden ayudar a resolver su problema táctico. En el caso del ejercicio de las Poomsae sucede exactamente igual; por ejemplo, cuando el taekwondista no tiene el dominio técnico ni la seguridad plena para hacerlo, la ejecuta mirando continuamente hacia el suelo.
2) Cálculos ópticos motores
Características de los errores: evaluaciones erróneas de la distancia, la velocidad y del tiempo con relación a la motricidad propia (tiros erróneos, pases erróneos).
En el taekwondista estas evaluaciones erróneas se manifiestan en la distancia óptima para atacar, defender y contraatacar. En este caso se manifiesta en la amplitud inadecuada de las posturas de combate o las de tipo clásica en el ejercicio de las Poomsae, fundamentalmente, durante los desplazamientos y giros, lo que trae como consecuencia la deformación técnica, el alargamiento innecesario del recorrido de las acciones, la desviación de la dirección correcta de dichos movimientos técnicos y el desequilibrio del cuerpo. Lo relacionado con el tiempo y la motricidad tiene que ver, en gran medida, con el poco desarrollo de la rapidez de reacción.
3) Pensamiento táctico
Características de los errores: actuar sin analizar correctamente la situación. Elección de un método objetivamente falso o inadecuado.
En las competencias de Taekwondo es muy común observar que los competidores de menor experiencia realizan acciones técnico-tácticas precipitadas y se quedan al vacío o a merced de un contraataque, una finta producto de un análisis inadecuado de la situación combativa del momento. También, en ocasiones, los más experimentados eligen comportamientos tácticos erróneos, e incluso han desobedecido las orientaciones del entrenador con resultados que nos han costado medallas olímpicas, incurriendo en “indisciplinas tácticas” que en su momento ya hemos analizados. Relacionado con las Poomsae, hemos observado errores que se pueden definir como tácticos durante la competencia, principalmente, cuando ante la deficiencia de un movimiento técnico, que posteriormente se vuelve a repetir en la Poomsae, el competidor no es capaz de analizar la situación anterior que provocó su error, con el fin de rectificarlo para mejorar la calidad de su ejecución y evitar así que le descuenten puntos por el mismo error, inclusive, han repetido la Poomsae con igual deficiencia en dicha competencia; por ello aunque estamos conscientes que el hábito motor es muy fuerte, debemos luchar para que la concientización de la ejecución correcta y la auto-rectificación del movimiento lo sea más.
4) Conocimientos
Características de los errores: el desconocimiento de la solución más adecuada no permite elegir la acción más propicia (es el error más extendido de los principiantes).
El desconocimiento técnico y táctico, tanto en el combate como en las Poomsae, afecta las soluciones tácticas adecuadas para el momento; en el combate, cuando frente a un problema se desconoce la solución motriz ideal; en las Poomsae, si no se conocen las técnicas que intervienen en dicho ejercicio, es imposible realizarlas. Es decir que en ambos casos se necesita trabajar con ejercicios que modelen las acciones de competencia.
Como hemos podido observar, muchos de los errores manifestados fueron relacionados con las capacidades coordinativas especiales como la percepción, la distancia, el tiempo, la rapidez de reacción, el conocimiento y por supuesto, los procesos del pensamiento, todos con incidencia directa en la táctica con independencia de la modalidad. Esto demuestra que la táctica no puede ser vista solo frente a un adversario, el taekwondista debe aprender la forma más adecuada de controlar su cuerpo, sus emociones, conocer sus defectos y esconderlos en el momento preciso para que no se convierta en su propio enemigo, concentrar la mayor atención en las ejecuciones más complejas, así como distribuirla y emplearla según convenga ante diferentes situaciones. Estamos convencidos que el estímulo para reaccionar, percibir, analizar y solucionar un problema, no viene exclusivamente desde afuera, sino también del interior del taekwondista. Por experiencia personal, sabemos que el que tiene la capacidad para descontrolar emocionalmente a su adversario, tiene muchas oportunidades de realizar acciones con grandes posibilidades de éxitos, así como inducir a su adversario a incurrir en errores tácticos que pueden ser muy perjudicial para él.
Para una mayor ejemplificación de lo que queremos llamar la atención, les exponemos un ejemplo del trabajo táctico a nivel de base, apoyándonos en las fases de la acción táctica, que según Mahlo (3, 27) se dividen en:
- a) La percepción y el análisis de la situación (su resultado es el conocimiento de la situación).
- b) La solución mental del problema (su resultado es la representación de una gestión).
- c) La solución motriz del problema (su resultado es la solución práctica).
Para influir metodológicamente en el desarrollo de estas fases, el entrenador, durante la enseñanza de las técnicas, puede elaborar ejercicios de ejercitación en pareja con situaciones problémicas que al unísono, rectifique la ejecución correcta y enseñe al alumno principiante a pensar y a actuar con fundamento táctico; por ejemplo, un taekwondista tiene la libertad de atacar a su oponente lo más rápido posible con Momtong jumeok jireugi (golpe de puño a la zona del abdomen) desde la Postura Ap seogi, indistintamente con uno u otro brazo, acción que puede ser aislada o combinada; su pareja tendrá la orientación de descifrar con qué puño lo van a atacar y, en consecuencia, además de actuar rápido, seleccionar individualmente la postura, el bloqueo y la mano correcta para contrarrestar adecuadamente la acción de su oponente.
Con este sencillo ejemplo de ataque y defensa con el empleo de la rapidez de reacción semi-compleja, compuesto por la existencia de una situación problémica basada en un estímulo semi- conocido en que el taekwondista que defiende conoce el tipo de técnica y la zona del cuerpo que va a ser atacada, pero desconoce con cuál brazo va a atacar su oponente, ni cuándo va a hacer una acción aislada o combinada, ya se pone de manifiesto la incidencia del trabajo integrador para contribuir en el desarrollo del pensamiento táctico con un ejercicio que contiene técnicas clásicas. Ya imaginamos que usted pensará que bajo esas condiciones se deforma la estructura de la técnica, y tiene razón, pero no estamos hablando de impartir una clase de preparación táctica durante la enseñanza, sino, impartir ejercicios que tributen básicamente a la táctica durante la clase de preparación técnica.
La utilización y complejización paulatina de estos tipos de ejercicios con el incremento y la diversidad de las combinaciones técnicas, aunque sean de tipo clásica, contribuyen a desarrollar habilidades tácticas básicas para el taekwondista, tales como: la búsqueda de la posición y la postura adecuada en el área para combatir, la distancia óptima para golpear, las fintas para engañar, la anticipación para atacar, entre otras de carácter físico, como son los casos de la disminución del tiempo de reacción latente entre el estímulo y la respuesta motriz, tan importantes en el combate moderno de taekwondo.
Otro método idóneo es el juego; debemos crear actividades lúdicras a fines al Taekwondo que aporten de forma directa o indirecta al desarrollo del pensamiento táctico. En este sentido compartimos con ustedes algunas condiciones que propician el desarrollo del pensamiento táctico durante el juego, con independencia de que exista o no la estructura de la técnica deportiva:
– Elaborar juegos que garanticen la confrontación y la solución de problemas contra uno o varios oponentes.
– Elaborar juegos donde el jugador esté obligado a resolver problemas que son creados por obstáculos, los cuales no constituyen estímulos para reaccionar ante acciones físicas como es el caso de: ante un golpe, una defensa, sino que el estímulo sea constituido por un impedimento tal, que dificulte la meta a alcanzar durante el desarrollo del juego, lo que desencadenará el análisis y la solución rápida del problema para poder ganar.
– Crear situaciones que le brinden al jugador la posibilidad de realizar maniobras de gran diversidad y espontaneidad.
– Crear situaciones que movilicen los aspectos volitivos, así como aprendan a emplearlos y a controlarlos.
– Establecer mecanismos, reglas, condiciones que mantengan el interés, la tensión, la atención y la concentración en el juego.
– Establecer tiempos y áreas de juegos con límites similares a los empleados en la competencia.
– Realizar de ejercicios que trabajen las capacidades que determinen directamente en el rendimiento técnico y táctico competitivo.
Conclusiones
Para concluir con este pequeño artículo asumimos los planteamientos de Mahlo (3, 160) cuando destacó:
La contribución activa del maestro al desarrollo del pensamiento táctico productivo consiste en:
“Crear una situación problemática, explicarla y hacer tomar conciencia a los alumnos”.
Esto es mejor que se comience desde el inicio de la preparación del taekwondista.
“Llevarlos a resolver la situación problemática a partir de los conocimientos de que disponen.”
Si con pocos conocimientos son capaces de resolver una situación problémica, pensemos entonces que cuando los aumenten, tendrán mayores recursos concientizados.
“Considerar con espíritu crítico la solución práctica adoptada.”
Si este espíritu crítico se desarrolla desde el nivel básico, el taekwondista escuchará más, entenderá más y se justificará menos.
Bibliografía
- 1) Fernández, Fonseca, R (2010) Metodología de Estructura Ascendente con Influencia Lúdicra, Física y Táctica para la enseñanza y el perfeccionamiento de la Poomsae Taeguek en la formación básica del taekwondista. Tesis de grado pre defendida (Doctor en Ciencias de la Cultura Física) La Habana, UCCFD “Manuel Fajardo”, pág 128.
- 2) _________ (2010). Manual de enseñanza. Taekwondo. Editado por Sobre Taekwondo. Revista Digital https://www.sobretaekwondo.com.
3) Mahlo Friedrich (1977) La acción táctica en el Juego. Editorial Pueblo y Educación. Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana.
Autor: Dr. Roberto Fernandez Fonsecas
Exclusivo para www.sobretaekwondo.com
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